La Falsa Seguridad
Cuando tenía veintipocos años creía que conquistaría el mundo sin equivocarme, puesto que había estudiado el manual de los manuales: Psicología. Por aquella época me creía omnipotente. En un posgrado, aprendí la importancia de relacion con el deseo. Leí que proponía desafíos y era una apuesta que el sujeto debía hacer: un salto al vacío. Al tener hijos, mi instinto de sobreprotección me llevó a desear que nada les pasara. Qué lejos estaba de lo aprendido... Durante años abrigué la creencia de que todo debía ser seguro. Y así, mi vida empezó a marchitarse.
Estuve caminando por calles de tierra próximas al mar éste fin de semana. En una de las tranquilas esquinas me topé con la garita de la foto. He vuelto a creer que uno debe perseguir sus deseos. La imágen me recuerda el refrán:
“A seguro se lo llevaron preso”.